¿Hay pensamiento tecnológico? Filosofía
12 enero 2013
12 enero 2013
 Ya en dos entradas anteriores he mostrado reticencias a los enfoques habituales con que en la humanidades digitales se abordan problemas como la lectura o la conformación o las prácticas de las disciplinas, en este caso la filosofía. Esta reticencia se debe, entre otras, a una preocupación por la falta de reflexión sobre la cosa o el hecho tecnológico. Afirmaría que en los enfoques habituales hay una asusencia de pensamiento sobre lo tecnológico; es decir, en sus acercamientos a las alteraciones que la tecnología provoca en la producción y transmisión de los saberes se mantiene, aunque se acepte que se cambia algo, cierta concepción de herramienta de lo tecnológico.  Y ello va unido a una constante antropológica.
Ya en dos entradas anteriores he mostrado reticencias a los enfoques habituales con que en la humanidades digitales se abordan problemas como la lectura o la conformación o las prácticas de las disciplinas, en este caso la filosofía. Esta reticencia se debe, entre otras, a una preocupación por la falta de reflexión sobre la cosa o el hecho tecnológico. Afirmaría que en los enfoques habituales hay una asusencia de pensamiento sobre lo tecnológico; es decir, en sus acercamientos a las alteraciones que la tecnología provoca en la producción y transmisión de los saberes se mantiene, aunque se acepte que se cambia algo, cierta concepción de herramienta de lo tecnológico.  Y ello va unido a una constante antropológica. Sintomáticamente, una de las discusiones más importantes actualmente en la relación tecnología/producción del saber (educación, lectura, disciplinas, etcétera) se ha centrado en la cuestión de la modificación anatómico-fisiológica. Se pregunta: ¿en qué sentido las tecnologías de la información alteran nuestro cerebro? Así, mediante un rodeo por las neurociencias llegamos a una teoría de las capacidades, es decir, a una reformulación de la teoría del alma -que heradada de Aristóteles y los medievales llega de Descartes, Kant, los románticos y los psicoanalistas hasta nosotros. Pareciera que la emergencia de lo tecnológico en relación con la producción y transmisión del saber tuviera que replantearse en términos psicológico-biológicos y no genealógicos o de las prácticas. Y aunque se afirme que la herramienta modifica el cerebro, la cuestión es la forma de plantear el problema, dónde se coloca a la tecnología, las metáforas y sus imágenes.
Sintomáticamente, una de las discusiones más importantes actualmente en la relación tecnología/producción del saber (educación, lectura, disciplinas, etcétera) se ha centrado en la cuestión de la modificación anatómico-fisiológica. Se pregunta: ¿en qué sentido las tecnologías de la información alteran nuestro cerebro? Así, mediante un rodeo por las neurociencias llegamos a una teoría de las capacidades, es decir, a una reformulación de la teoría del alma -que heradada de Aristóteles y los medievales llega de Descartes, Kant, los románticos y los psicoanalistas hasta nosotros. Pareciera que la emergencia de lo tecnológico en relación con la producción y transmisión del saber tuviera que replantearse en términos psicológico-biológicos y no genealógicos o de las prácticas. Y aunque se afirme que la herramienta modifica el cerebro, la cuestión es la forma de plantear el problema, dónde se coloca a la tecnología, las metáforas y sus imágenes.
 “Dos revoluciones […] La primera se sitúa cuando se pasó del estadio oral al escrito. La segunda, cuando pasamos del estadio escrito al estadio de impreso. Ahora, en la tercera revolución, cambia del estadio impreso al estadio numérico. En cada una de estas tres revoluciones corresponden las mismas inquietudes… En la primera, Sócrates estallaba contra lo escrito diciendo que ¡sólo lo oral estaba vivo! En el momento de la imprenta, hubo gente que decía que esta masa horrible de librosiba llevar a la barbarie. Afirmaban, por otra parte, que nadie podría jamás leer todos los libros. En esto tenían razón. Es natural encontrar angustias en el momento de una revolución que es más fuerte que las dos precedentes. […] retomemos la historia. En Grecia, con la escritura, llegaron la geometría, la democracia y las religiones del libro, monoteistas. Con la imprenta llegaron el humanismo, los bancos, el protestantismo, Galileo, la física matemática… Basta ver todo lo que cambió en el paso de la escritura a la imprenta. Son cambios colosales cada vez. Se vive un periodo histórico […] el verdadero terremoto, el de los años 80, con la llegada de las nuevas tecnologías […] Tarde o temprano, una nueva política se producirá.”
“Dos revoluciones […] La primera se sitúa cuando se pasó del estadio oral al escrito. La segunda, cuando pasamos del estadio escrito al estadio de impreso. Ahora, en la tercera revolución, cambia del estadio impreso al estadio numérico. En cada una de estas tres revoluciones corresponden las mismas inquietudes… En la primera, Sócrates estallaba contra lo escrito diciendo que ¡sólo lo oral estaba vivo! En el momento de la imprenta, hubo gente que decía que esta masa horrible de librosiba llevar a la barbarie. Afirmaban, por otra parte, que nadie podría jamás leer todos los libros. En esto tenían razón. Es natural encontrar angustias en el momento de una revolución que es más fuerte que las dos precedentes. […] retomemos la historia. En Grecia, con la escritura, llegaron la geometría, la democracia y las religiones del libro, monoteistas. Con la imprenta llegaron el humanismo, los bancos, el protestantismo, Galileo, la física matemática… Basta ver todo lo que cambió en el paso de la escritura a la imprenta. Son cambios colosales cada vez. Se vive un periodo histórico […] el verdadero terremoto, el de los años 80, con la llegada de las nuevas tecnologías […] Tarde o temprano, una nueva política se producirá.”“-La tecnología, Internet ¿pueden ayudar a aumentar el desarrollo de la educación emancipatoria y los procesos pedagógicos?-Pueden ayudar. En Internet y las redes sociales está todo, lo cual permite una circulación de información que posibilita el aprendizaje emancipatorio y la comunicación alternativa. Además, Internet también fue importante para las manifestaciones de los movimientos que recién nombré [15-M, Grecia, Portugal, plaza Tahrir, Occupy Wall Street]. Precisamente, ese modo de comunicación no puede ser controlado por el poder y, así, puede crear una sensación de comunidad, porque el problema es cómo es posible reunir a un número de personas más o menos relacionadas con la situación y con la misma reacción. Entonces, funcionan para dar una sensación de que no están solos.”
 ¿Hay pensamiento tecnológico? Filosofía by Francisco Barrón is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike 2.5 Mexico License.
 ¿Hay pensamiento tecnológico? Filosofía by Francisco Barrón is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike 2.5 Mexico License.Recientes
arte (2) commons (5) Congresos (4) conocimiento abierto (2) cultura digital (10) Derechos de autor (4) Digital Humanities (10) digitalización (10) edición (4) educación (11) educación a distancia (3) educación en línea (12) educación permanente (4) ENEO (3) entorno digital (2) Estudios literarios (4) Eventos (2) Filosofía (8) genealogía (5) Global DH (5) Heidegger (2) Historia (3) Humanidades Digitales (52) Kathleen Fitzpatrick (2) Knowledge society (2) lectura (8) lenguaje (2) literatura (3) medios digitales (3) Modificación de prácticas (15) Multidisciplinariedad (2) México (3) open knowledge (3) preservación digital (5) Procomún (3) redes sociales (4) RedHD (19) sociedad de la información (5) sociedad del conocimiento (6) Tecnología (6) tecnología educativa (14) traducción (3) Twitter (2) UNAM (3) Wikipedia (4)
