“If you build it, he will come…”
28 septiembre 2014
28 septiembre 2014
Hace tiempo ya que los miembros del Seminario de Humanidades Digitales nos hemos planteado la necesidad de cambiar de rumbo. Pareciera que el modelo de “seminario” tiende a agotarse: la constante reunión para el análisis conjunto de lecturas que uno o más de un miembros consideran importantes, se vuelve tedioso por lo rutinario, y en ocasiones los otros miembros no ven clara la importancia de los textos elegidos. Esto no quiere decir que las aportaciones que el trabajo en común a lo largo de todo este tiempo no haya sido significativo, incluidas las incursiones en otras disciplinas y el conocimiento compartido. Pero ese modelo tiene sentido mientras se entienda que existe un adiestramiento. A medida que los miembros del seminario avanzan, cada uno por su cuenta y riesgo, en sus propias investigaciones, sus intereses se van concentrando, y la dispersión que implica la lectura y el análisis propios de un seminario…, siempre que no se avanza en el conocimiento técnico.
Los seminarios se agotan, y entonces sus coordinadores pretenden, generalmente, renovar el seminario inyectando sangre nueva, lo que da comienzo a un nuevo ciclo, igual al anterior. Es un círculo vicioso, y salir de él implica que la naturaleza del trabajo conjunto debe, necesariamente, cambiar para que cambie el producto.
¿Hacia dónde cambiar? Lo más fácil es mirar alrededor para ver si en otros lugares otras personas han tenido el mismo problema, y cómo han salido de él. Si no los conocen, vean los enlaces de la siguiente lista:
Todas estos centros de desarrollo de las Humanidades Digitales tienen algo en común: son “laboratorios”. Un laboratorio es entendido como el “lugar dotado de los medios necesarios para realizar investigaciones, experimentos y trabajos de carácter científico o técnico”, según el DRAE. Si lo que debemos hacer es dejar de sólo analizar y comenzar a practicar en conjunto, quizás sea esta la mejor solución: romper el círculo vicioso y transformar el seminario en un laboratorio. Al fin y al cabo, parece un modelo repetido con bastante éxito.
Sus ventajas son varias: es un espacio discontinuo y equipado en el que trabajar conjuntamente en los proyectos propios y ajenos, compartiendo conocimientos y recursos, y desarrollando constantemente las técnicas empleadas. Generalmente, los centros de investigación a los que estamos acostumbrados en las Humanidades promueven el trabajo individual, relegando los trabajos comunes, las publicaciones coautorales y el conocimiento compartido a un plano menor. Quizás el epítome de este modelo haya llegado con el GrinUGR, autodenominado “co-laboratorio”, implicando, además de lo descrito para los laboratorios, el trabajo común con un objetivo compartido.
Pero, en nuestro ambiente institucional, ¿es realmente factible la implantación de un laboratorio en Humanidades Digitales? Es una pregunta difícil de responder. Probablemente no lo sea, en cuanto a todos los aspectos reseñados, salvo por un punto: el lugar. Tenemos los elementos suficientes de argumentación para evitarnos el sufrimiento de preparar un proyecto a tres años que se pueda perpetuar con la intención de institucionalizarlo. Sabemos bien que no nos darán el dinero, ni el espacio.
Podemos solucionarlo. Es evidente que sí hace falta un lugar, pero no tiene por qué ser siempre el mismo. Podemos emplear, constantemente, “sedes alternas”. Hace tiempo entrené un equipo de rugby cuyos miembros se obsesionaron por conseguir un campo de entrenamiento, y algunos dejaron el equipo al ver que no se podía conseguir. Hay que llegar al “If you build it, he will come” de Field of Dreams. El lugar puede, incluso, no ser el mismo para todos: puede ser una URL.
Esta entrada es una propuesta: ¿por qué no nos planteamos cómo desarrollar un laboratorio de Humanidades Digitales en la red? ¿Sería posible un espacio semejante? ¿Qué características debería tener? ¿Tenemos los medios? Este llamado no es sólo para los miembros del SeminarioHD, ni se limita a los miembros de la Red-HD, sino para todo el mundo. ¡No se queden quietos! Pregúntense, respóndanse y discútanlo en esta entrada.
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Comments (4)
Anónimo
30 Sep 2014 - 10:01 pmEl modelo de laboratorio es una de las posibilidades para el cambio, en especial hablando del rumbo al que queremos llevar el SeminarioHD; creo que por ahora estamos en el medio camino del “tallereo”, quizás tras arrojar los primeros resultados logremos consolidarnos como un laboratorio.
David Domínguez Herbón
30 Sep 2014 - 10:55 pm¡Gracias por comentar!
No creo que se tengan que presentar los primeros resultados de un proyecto para que se trabaje colaborativamente en un laboratorio; es más, me parece contrario al trabajo colaborativo y al modelo de laboratorio que estoy proponiendo. La elaboración del proyecto, e incluso la aparición de la idea misma que dé lugar al proyecto, se verían beneficiadas por el trabajo conjunto. En un taller -del francés atelier– se trabaja, no tanto en conjunto, como individualmente… En nuestro caso, eso llevaría a la creación de un “grupo de investigación”, en el caso de que se desarrollen objetivos comunes. Yo lo que estoy proponiendo es que, aun con objetivos diferentes, trabajemos conjuntamente, en común, bien en el mismo espacio, bien en simultánea comunicación. ¿Alguna propuesta en este sentido? ¿Te gusta la idea, o no?
silvia
01 Oct 2014 - 8:43 amHola David!
Soy una gran seguidora de vuestro blog ya que habéis sido pioneros en esto de las HD en español, felicitaciones por la gran labor que habéis hecho.
Yo creo que en el sentido que has hecho el post, una posibilidad sería “virtualizar” la colaboración, para que esté más en consonancia con los tiempos que corren, y apostar por un tipo de comunidad de aprendizaje. Quizás ni tan solo tendría que hacerse cargo una única institución o entidad, sino que sea un grupo de personas que se agrupan virtualmente para establecer intercambios, oportunidades de colaboración, o crear esas mismas oportunidades.
También podría proponerse una sede itinerante, si se institucionaliza una parte de la labor, y así no recargar de trabajo siempre a las mismas personas. También podría ser un espacio de formación complementaria ya sea con Moocs, webinars, tutoriales, etc.
Esta modalidad virtual también favorecería un intercambio interdisciplinario e internacional, ya que las HD, según mi parecer, tienen una perspectiva diferente según la formación y experiencia de quien se considera humanista digital. Además se permitiría hacer aflorar prácticas, proyectos, recursos, herramientas, etc. que se están gestando en universidades, bibliotecas o instituciones y que no se dan a conocer bajo la etiqueta de HD pero podrían ampararse bajo ese concepto.
Bueno, son sólo algunas de las ideas que me rondan,
Un saludo,
S.
David Domínguez Herbón
07 Oct 2014 - 7:17 pm¡Hola, Silvia!
Gracias por comentar, por seguir el blog de la Red-HD, y sobre todo por aportar posibles vías de solución al problema que planteaba en esta entrada.
Es un buen punto, en consonancia con mi comentario anterior, el que no tenga que ser responsabilidad de una institución, pero la propuesta de la sede itinerante implica la presencia coexistente de varios miembros, lo que quizás no sea tan viable: de nuevo, volvemos al problema del seminario, y más en una ciudad como esta en la que vivimos.
En cuanto a la posibilidad de una institucionalización parcial, más bien considero que, no tanto el reparto de las tareas, como la rotación temporal en el desempeño de las mismas, puede ser una mejor solución. Se podrían implementar espacios de enseñanza-aprendizaje bajo el mismo sistema de responsabilidades, pero quizás el formato de esos espacios debiera ser más colaborativo que un MOOC (que está, por definición, muy dirigido) o un webinar (que es otro nombre para un “seminario virtual”); los tutoriales podrían ser desarrollados
de la misma forma.
Por supuesto, considero contigo que la participación no debe estar limitada por formaciones disciplinares, mucho menos por nacionalidades, y que el intercambio promueve tanto la creación de conocimiento, como la visibilidad del trabajo que se pretende. Por eso mi búsqueda de un espacio de trabajo colaborativo que permita presentar los proyectos propios y desarrollarlos con la ayuda de otros, desarrollar propuestas conjuntas y producir conocimiento dentro de este nuevo campo.
Aunque a mí no me gusta especialmente emplear el término “virtual”, por más que su uso, hoy muy en boga, sirva para designar el tipo de entorno de trabajo al que ambos nos referimos, considero que sí sirve al propósito para el que fue creado.
Entonces, según tu visión, el espacio debiera ser tanto presencial como virtual, parcialmente institucionalizado, servir al desarrollo cooperativo de proyectos, al intercambio, a la creación y presentación de objetos digitales, a la docencia y a la difusión.
Mil gracias por tu comentario, por compartir estas ideas que te rondan, y por dar pie a centrar un poco más la mira.
¡Ojalá contemos contigo para crear este “lugar”!
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